VIOLENCIA PSICOLÓGICA
En muchas ocasiones he escuchado decir “Pero como me dices violento/a si nunca te he pegado” acuñando el termino solamente a una mera acción de golpear. Como se conoce la violencia no solo es física (que es la más conocida desde tiempos atrás) también tenemos la violencia psicológica (la que más duele y deja más huellas que una cicatriz de herida).
Se habla poco sobre la violencia psicológica y en esas líneas vamos a tratar el tema con brevedad pero no por ello quiere decir que se tome a la ligera el tema. No solamente los insultos, humillaciones o groserías son un tipo de violencia, existen también las de tipo no verbal. Se sabe que nuestra comunicación es un más del 90% no verbal y en ello tenemos ciertos gestos o ademanes que proporcionan al lenguaje un medio más de comunicación.
El simple hecho del silencio puede ser tomado como respeto pero cuando hay la necesidad y se ha solicitado que se hable podríamos tomarlo como ignorar a la persona, a lo que conllevaría a un tipo de violencia.
Las miradas, los gestos de desaprobación, el no reconocimiento son factores que se consideran violentos debido a que causa en una tercera persona distintas emociones y sobre todo si hablamos en el aspecto relacional hay una posición donde uno se cree o se siente “con mayor privilegio que el otro”.
Ahora bien me gustaría ahondar en un tema en particular. Ya sabemos que existe la violencia pero esta no solo es física sino también psicológica. La conocemos porque la vemos a diario, está allí afuera casi palpable pero también existe una que se esconde dentro de uno mismo. Así es, uno mismo muchas veces se lastima sin darse cuenta y se va menospreciando o cayendo en el cliché de la comparación con lo que tiene el otro debido a pura moda. No se está respetando la individualidad. Lo que realmente soy y hacia donde quiero ir. No creo que tú, una persona autónoma y con valiosos recursos desee que la vida te lleve sola sin tener un rumbo.
Tomate un minuto para pensar en ¿Qué te gustaría hacer con tu vida? ¿Cómo me hablo a diario? ¿Qué tanto me doy mis gustos? Sal y consiéntete. Para de darte excusas que el tiempo no te alcanza y deja los “tratare” por los “hare”. Deja de maltratarte a ti mismo. Mírate al espejo y reconócete con todo y cicatrices.